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Cómo hacer un cartel publicitario

    Si quieres hacer un cartel publicitario y necesitas conocer mejor cómo hacerlo o por dónde comenzar has llegado al lugar indicado. En Colorprinter diseñamos e imprimimos carteles publicitarios, pero no nos queremos guardar todo lo que sabemos para nosotros.

    Por eso te contamos cuál es nuestro proceso para hacer o diseñar un buen cartel. Si a nosotros nos funciona hacerlo así, seguro que a ti también.

    Cuando realizamos un cartel publicitario, ya sea para un pequeño comercio o una gran empresa, estamos difundiendo información con un objetivo principal de venta, comunicando por ejemplo: la creación de un evento, el estreno de una película, la presentación de un nuevo producto, el lanzamiento de una campaña publicitaria, etc.

    Los motivos para tomar la decisión de publicitarse con carteles son:

    ✓ Son un formato económico y rentable

    ✓ Ofrecen un alto impacto visual

    ✓ Ofrecen publicidad local o geolocalizada

    ✓ No es publicidad intrusiva.

    Para que nuestro cartel obtenga el resultado que deseamos, debemos asegurarnos muy bien de cautivar a nuestro público. Sin más, te dejamos los tres pasos que nosotros mismos utilizamos para nuestros clientes sobre cómo hacer un cartel publicitario.

    1. Recordar qué es un cartel publicitario

    Esto es algo que hay que recordar de vez en cuando. Porque cuando un diseñador realiza también folletos, flyers, tarjetas de visita… llega el punto en el que se olvida del concepto.

    Un cartel publicitario no debe ir repleto de información. Para eso hay muchos otros soportes adecuados.

    ¿Por qué digo esto? Resulta que muchos de los errores que se cometen a la hora de realizar un cartel no son precisamente del diseñador, aunque ahora explicaré la responsabilidad que tenemos los diseñadores a la hora de crear un cartel. Lo explicaré con un ejemplo que para mí creo que es el error más común que se comete en estos casos. Por ejemplo: Tu cliente conoce tantos datos para añadir al cartel que querrá incluirlos todos, por lo que deberías asesorarle y convencerle de que no es una buena idea. Igual pensarás, si el cliente es quien me paga, como le voy a contradecir. Recuerda que tu cliente no es diseñador, tú sí, para eso te ha contratado, así que debes evitar que caiga en el típico error de sobrecargar el cartel de información, ya que todos esos datos pasarán totalmente desapercibidos y nadie los leerá. Debe entender que no solo diseñamos para él, también lo hacemos para su público, que son realmente las personas interesadas en su contenido, es decir, en su evento, producto, servicio, etc. Esto es algo que beneficiará a todos y ayudará a tu cliente a conseguir resultados positivos.

    Cuándo es preferible no hacer un cartel y hacer un folleto.

    Para empezar, un cartel no se entrega en mano, se observa de pasada, cuenta con mayor visibilidad, por lo que su estructura está pensada para informar de algo en pocos segundos. Además no podemos llevarlo encima, ya que sería bastante incómodo dadas sus dimensiones. Sin embargo, un tríptico, al contrario que el cartel, está pensado para contener una información más detallada. Gracias a sus 2 plisados y sus 6 caras, nos ofrecen la posibilidad de añadir mayor cantidad de textos e imágenes, son más fáciles de transportar y sobre todo, le podemos dedicar más tiempo a ojearlo detenidamente. Aquí es donde sí podemos estructurar toda aquella información que tu cliente quería añadir al cartel de una forma más ordenada. Una de las principales cualidades del tríptico es que además de ser de fácil distribución, posees una mayor extensión en un tamaño más reducido.

    2. Obtener toda la información necesaria

    Para hacer un cartel hacen falta pocos datos, ya que sólo debemos incluir lo imprescindible en ellos. Toda la información adicional que incluyamos sólo conseguirá «ensuciar» el trabajo. Pero…

    Para hacer un buen diseño de cartel hay que conocer el máximo posible sobre lo que se publicita y quedarse sólo con lo mínimo.

    A continuación tienes una lista de preguntas que deberías saber responder sobre la marca que quieres publicitar.

    Como sabemos que es tarea difícil obtener toda esa información, al menos es conveniente saber las preguntas para «suponer» sus respuestas conforme al tipo de empresa que nos solicita el cartel.

    Preguntarlas directamente al cliente suele ser de poca ayuda, porque aunque sea algo fundamental, la mayoría de negocios no están perfectamente definidos.

    ¿Qué 10 cosas debemos conocer para nuestro cartel?

    • ¿Cómo se llama la empresa y a qué se dedica?
    • ¿Cuáles son sus objetivos?
    • ¿Qué valores tiene la empresa?
    • ¿Qué productos o servicios ofrece?
    • ¿Cuál es el objetivo principal del cartel?
    • ¿Cuál es su público objetivo?
    • ¿Qué género y franja de edad tiene?
    • ¿Qué medios usa para publicitarse?
    • ¿Cuál es su imagen corporativa?
    • ¿En qué época del año será publicado el cartel?

    Si tenemos en cuenta estas 10 preguntas o factores, el cartel publicitario saldrá miles de veces mejor que sin contemplar esta información.

    Realmente todo esto irá plasmado en el diseño, en los estilos utilizados, en los recursos gráficos, las tipografías… Sin embargo la información escrita que llevará hay que mantenerla siempre al mínimo.

    3. Diseñar el cartel publicitario perfecto

    Ya tenemos todo lo necesario para comenzar nuestro trabajo. Ahora queda crear el cartel publicitario perfecto.

    Aquí es donde te contamos qué proceso sigue el diseño. Lo explicaré en 5 fases muy breves que son nuestro manual para el diseño de carteles.

    1. Define el estilo

    Nosotros tenemos dos tipos de diseño. El diseño gráfico estándar y el creativo. Dependiendo del proyecto en concreto y del presupuesto del mismo realizamos uno u otro.

    Si eres creativo, puedes tomar la información del punto anterior e imaginar y comenzar a dar forma al estilo de tu cartel.

    Si no, lo ideal es recurrir por ejemplo a Google y buscar imágenes con algo como: «ejemplo de cartel de…» Así tendrás algunas ideas que tomar en tu diseño. No hay que copiar o utilizar plantillas, simplemente mira algunos, fíjate en lo que te gusta y luego comienza a definir tu cartel sin volver a abrir esas imágenes.

    Decide los colores, la tipografía (que en nuestra opinión es un elemento clave en el diseño), la distribución, el tipo de imágenes o iconos…

    Aprovecha todos esos recursos para buscar el impacto, algo muy visual que logre llamar la atención en apenas un par de segundos.

    2. Cuenta la historia

    Ahora debes incluir no sólo la información útil, sino también la imagen de la marca. Aquí es donde juega un papel importante el conocer al público objetivo y la época del año en la que se publicará.

    El texto solo informará de datos muy concretos, pero las imágenes deben contar algo, deben transmitir un mensaje por sí mismas. Al final del artículos pondremos dos ejemplo que ayudan a entender este paso.

    3. Incluye la información

    Y es el último paso, porque así lo hacemos nosotros. Seguro que es importante, pero no tanto como lo anterior.

    Ahora toca incluir los datos. Solemos conseguir mejores resultados cuando incluso tenemos que adaptar los datos al diseño que cuando es al revés.

    Un cartel que quiere transmitir unos valores de exclusividad debe tener un diseño también exclusivo. También debe dejar claro a qué público va dirigido y por último tener en cuenta la época del año.

    Si lo que se quiere transmitir son los beneficios que aporta la marca o empresa hay que contarlo con las imágenes. También teniendo en cuenta al público al que va dirigido y demostrar que la empresa conoce sus hábitos.

    Este es un claro ejemplo de cómo se puede transmitir un mensaje perfectamente sin incluir nada de texto.