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Origen de la flexografía y la anilina

    El grabado por flexografía es uno de los métodos de impresión de desarrollo más recientes comparado con la litografía y el rotograbado. Además presenta el mayor crecimiento en los últimos años.

    La flexografía tiene el mismo principio básico del sello de caucho utilizado en cualquier oficina, con la diferencia de poder hacer miles de impresiones por hora. La técnica se basa en utilizar una placa flexible con relieves, donde las zonas a imprimir están realzadas o se encuentran más altas respecto a las zonas no impresas.

    La placa flexible es conocida como “cliché”, y hoy en día elaborada en base a un fotopolímero, aunque anteriormente se elaboraba con hule vulcanizado; el “cliché” se fija sobre un cilindro y recibe la tinta de un cilindro metálico llamado “anilox”, el cual permite dosificar la tinta gracias a las ranuras que tiene su superficie, posteriormente el cliché entra en contacto con el substrato y transfiere la tinta con la forma de la imagen a reproducir.

    En este sistema de impresión rotativo se utilizan tintas líquidas caracterizadas por su gran rapidez de secado. Esta gran velocidad de secado es la que permite imprimir volúmenes altos a bajos costos, comparado con otros sistemas de impresión.

    El origen de la flexografía y la anilina.

    Según los expertos señalan, el origen de la flexografía se remonta al siglo XVIII, cuando en Inglaterra surgió una máquina cuyo sistema de impresión mecánico y rotativo era conocido como prensa a la anilina. Los estudiosos de las Artes Gráficas apuntan que el primer equipo reconocido como el predecesor de la actual flexografía fue el diseñado en 1890 por Bibby Baron and sons cuyo diseño consistía en un cilindro de impresión asistido de torres de color alrededor de un tambor para imprimir bolsas de papel, pero realmente este diseño no fue exitoso; el invento transcendió como el “disparate de Bibby” (Bibby’s Folly ) porque las tintas se corrían fácilmente por ser colorantes con azúcar disueltos en agua.

    No fue sino  en 1905 cuando la compañía  alsaciana Holweg  patentó la primera máquina de flexo al imprimir papel de bolsas, el sistema estaba basado en tintas de secado rápido por evaporación, utilizando como colorantes aceites de anilina diluidos en alcohol; había nacido la imprenta de anilina; por los años 1920 el proceso en Alemania era llamado “gummidruck” (impresión en caucho).

    La hoy reconocida empresa Alemana fabricante de impresoras flexográficas Windmoeller & Hoelscher GMBH, produce sus primeras impresoras de anilina en 1914.

    En sus inicios la imprenta por anilina no era considerada de calidad comparada con la Litografía y el Rotograbado, pero tenía la ventaja de ser un proceso de alta velocidad gracias al secado rápido de sus tintas.  Con el mejoramiento de la calidad de pigmentos, resinas y disolventes  comenzó paulatinamente a generalizarse el uso de este tipo de impresión.

    ,Origen de la flexografía y la anilina

    Durante el período de las guerras mundiales el avance de la imprenta de anilina estuvo congelado, pero en ese mismo período se desarrollan los polímeros y el proceso de impresión utilizando tintas base anilina tiene un gran crecimiento decorando las cortinas de baño hechas en vinyl. Por su rápido secado de las tintas sobre superficies no porosas (como los plásticos) la imprenta de anilina desarrolla su gran auge.

    El uso de la imprenta de anilina para empaques de alimentos comenzó a tener una importante limitación, debido a que las tintas base anilina son altamente tóxicas si se ingiere, inhala o por contacto con la piel; el síntoma más sobresaliente de intoxicación es cianosis (una coloración azul-púrpura de la piel) debido al daño que hace la anilina en la hemoglobina evitando que pueda transportar oxigeno a las células. En 1940  la FDA (Food and Drug Administration) prohibió el uso de la impresión de empaques destinados a alimentos utilizando las imprentas de anilina.

    La prohibición de la anilina  impulsó al desarrollo de nuevas tintas que fueron aprobadas por la FDA en 1949.  A pesar que ahora las tintas no eran tóxicas, las ventas de los impresores de empaques seguían disminuyendo, ya que algunos fabricantes de alimentos todavía se negaban a considerarlas.

    Preocupados por la imagen de la industria, representantes de envasado decidieron un cambio del nombre para el sistema de impresión por anilina. En 1951 el representante de la Corporación Mosstype, Franklin Moss lleva a cabo una encuesta entre los lectores de su diario, el Mosstyper; se recibieron más de 200 nombres y un comité seleccionó tres opciones: “Permatone”, “Rotopake” y “Flexograph”.

    En octubre 21 de 1952 en el 14º foro del ”Packaging Institute” se anunció que por mayoría el nombre escogido era el de ”Proceso Flexográfico” y fue así como el nombre de “anilina” pasó a la historia.

    Poco a poco el nuevo proceso de impresión “flexografía” fue ganando reputación y credibilidad entre los usuarios de los empaques, y a partir de la década de los ´70 empezó a competir por la posición de excelencia que ocupaba el proceso de impresión por Huecograbado o Rotograbado, el uso de tintas de rápido secado y la impresión alrededor de un tambor central comenzaron a darle ventajas a la Flexografía en impresión sobre películas plásticas por mantener mejores tolerancias de registro.

    Hoy en día, el proceso de Flexografía tiene una determinante posición ventajosa con el uso de tintas base agua que son más seguras en empaques para alimentos, además de unos costos de impresión realmente bajos para corridas cortas con calidad de impresión que poco debe envidiar al Rotograbado.